Villasandino / Cultura (fuente www.diariodeburgos.es )
La muestra El hombre y la recolección repasa los ingenios agrícolas utilizados en la recogida del cereal y puede verse hasta el 26 de julio
El hombre y la recolección hace un repaso al proceso evolutivo en la tarea de la recogida del trigo, cebada, avena o centeno. Esta muestra, que se enmarca dentro del programa de las fiestas de la Virgen del Carmen de Villasandino, puede visitarse hasta el lunes 26 de julio.
Los utensilios que allí pueden verse pertenecen a Carlos Alonso Maté, que lleva treinta años buscando estas herramientas por todo el mundo. En encontrarlas ha invertido todo su tiempo libre y en esta tarea le acompaña desde los ocho años su hijo Germán. Carlos reconoce que esta afición le viene porque es artesano. «Cuando una cosa te hace falta para trabajar y no tienes el conocimiento, investigas», explica.
La exposición debe iniciarse por la siega. En esta tarea el instrumento protagonista es la hoz, que cambia de forma y de material, pero siempre será utilizada. El recorrido por la cosecha nos lleva a ver una réplica de una hoz del Neolítico realizada por el taller de arqueología experimental El Pedernal, una procedente de Nepal y otra de Béjar. Además de la hoz castellana común, se muestran otras de Europa y América. También pueden verse un porta hoces y una colodra con una piedra para afilar las hoces y los dalles. En la muestra se hace referencia a la máquina segadora. Fue descrita por Plinio el Viejo en su obra de agricultura porque se usaba en su tiempo en los campos de la Galia, pero con la caída del Imperio Romano cayó en el olvido hasta el siglo XVIII.
Tras dejar la siega, el recorrido continúa por el acarreo, que nos lleva a ver una maqueta de un carro con redes para llevar la mies. El acarreo no siempre se hizo con animales, sino que durante bastante tiempo el hombre tuvo que llevar sobre sus espaldas el peso de los quehaceres cotidianos.
La exposición también está compuesta por fotografías y poemas, pertenecientes a Carmelo, el hermano gemelo de Carlos. Una de estas bellas imágenes recrea a una mujer espigando, es decir, recogiendo las espigas que han caído en la siega. Debajo de esta fotografía, se observa un mayal. Este instrumento está compuesto por dos bastones de distinto tamaño, el más largo servía de mango y el más corto se empleaba para golpear la parva. El mayal nos adentra en la trilla, sin embargo, para esta tarea el apero más utilizado, al menos por los agricultores más acomodados, era el trillo. Así, puede verse, entre otros, un trillo de rastro, que posee cuchillas de hierro y otro de rodillos, hecho a mano por un zamorano.
La recolección continúa con la tarea de la bielda. Además de bieldos para separar el grano de la paja, también se muestran la sofisticada máquina de aventar Ajuria y la aventadora, máquina no conocida en Castilla. La media fanega, en la que cabían 21 kilogramos de trigo y el arrobo son algunas de las medidas de grano que también pueden contemplarse. Además hay almudes, que es otra unidad de capacidad, más empleada en la zona de Aragón y que equivalía a la media fanega.
Espacio cultural
Carlos Alonso tiene en su haber más de 3.000 piezas, que busca ubicar de forma permanente en Burgos capital. Por ello recurrió a Data Consulting, que presentará esta semana al Ayuntamiento de Burgos su anteproyecto para la construcción de un espacio cultural. «No se trata sólo de un museo etnográfico sino que también va a a haber talleres donde se explique cómo se recogía la siembra o cómo eran los juegos de antaño», explica Javier Moreno de Data Consulting.
El espacio calculado para este espacio sería de 3.000 metros cuadrados y en él tendrían cabida diez o doce salas, dadas las variadas temáticas de sus piezas. La lana en Castilla, el hombre, el fuego y el taladro, los metales y el vino ocuparían algunas de estas salas. Carlos espera que las instituciones se involucren en el proyecto. Si esto no pasa, podría verse obligado a vender las piezas, lo que le dolería en el alma.
